Transformación empresarial: ¿cueces o enriqueces?

Cambio, transformación y evolución

Dentro del argot de la gestión empresarial, es muy común el error de utilizar indistintamente los conceptos de cambio, transformación y evolución.

Para resolver las dudas y utilizar correctamente la terminología, explicaremos las principales diferencias, y de menor a mayor importancia:

• Cambio: Representa una manera distinta de hacer las cosas. Ser consiguen las mismas cosas pero de forma más eficiente o con más calidad.
• Transformación: Es una manera distinta de ser. Conlleva cambios a nivel más profundo, como en el orden de los valores compartidos. Implica un cambio de paradigma en la conducta personal y organizacional, desechando modelos obsoletos y abriéndose al futuro.
• Evolución: Supone un flujo continuo de transformaciones. Así, según lo descrito en el apartado anterior, los valores deben ser ajustados constantemente, de transformación en transformación, como ser vivo que es la empresa y abierta al aprendizaje mediante la retroalimentación interior y exterior.

La dinámica de la transformación

El proceso de transformación tanto organizacional como personal de sus integrantes pasa por 5 etapas:

1. Inconsciencia: Representa el estado inicial, el punto de partida de la transformación. Aquí se ignora la existencia del problema que nos obliga a transformarnos. La persona no se da cuenta de lo que no hace («aquí las cosas siempre se han hecho así»), encontrándose en un estado de «incompetencia inconsciente».
2. Consciencia: La persona se da cuenta de lo que no hace, aprendiendo de lo que sucede dentro y fuera de la organización, lo que le hace sentirse incómoda con la situación presente y con la obligación de hacer las cosas de distinta manera, que aún no conoce. Sabe que debe abandonar su zona de confort. Se encuentra en un estado de «incompetencia consciente».
3. Aprendizaje de un nuevo comportamiento: Analizando la información, la persona ve que la situación actual es amenazante. Analiza la situación y decide poner en práctica un nuevo comportamiento.
4. Practicar un nuevo comportamiento: Mediante la depuración de ese nuevo comportamiento, la persona pasa a un estado de «competente consciente» en la nueva área. Desarrolla una nueva manera de ser y comienza un cambio de valores.
5. Cambio de valores: La persona deviene en «competente inconsciente», para ese particular tipo de problema, con lo que interioriza ese comportamiento y lo expresa con naturalidad. Así, la persona u organización culmina el cambio de valores y está preparada para la próxima transformación, poniendo en marcha el proceso evolutivo.

Tal es la importancia de la constante transformación que en este siglo sólo sobrevivirán las empresas que sean capaces de asumir la evolución como un hecho vital.

Y en tu empresa, ¿cueces (cambias) o enriqueces (te transformas)?

Como continuación, en una próxima publicación detallaremos los 5 factores de éxito de la transformación empresarial.

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